Ciudad del Vaticano - El papa León XIV ha concedido al reverendo don Edgard Iván Rimaycuna Inga, su secretario particular, el título de Capellán de Su Santidad, incorporándolo formalmente en la Familia Pontificia, conforme a lo establecido en el motu proprio Pontificalis Domus, promulgado el 28 de marzo de 1968.

Este reconocimiento, que pertenece a las tres categorías de títulos honoríficos eclesiásticos mantenidos por la reforma de san Pablo VI, confirma la plena inserción del sacerdote en el servicio directo al Romano Pontífice.

Un biblista al servicio del Papa

Mons. Edgard Iván Rimaycuna Inga es un sacerdote y biblista peruano, nacido en Chiclayo el 24 de septiembre de 1989. Realizó su formación en el Colegio Nacional Juan Pablo Vizcardo y Guzmán y en el Colegio de San José, donde se graduó en 2005. Posteriormente ingresó al Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo, completando su formación académica y desempeñando tareas pastorales en la Iglesia Santa María Catedral de Chiclayo. Fue ordenado presbítero el 22 de noviembre de 2014. En 2017 se trasladó a Roma para realizar estudios superiores en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico, donde obtuvo la licencia.

Ya antes había sido llamado a colaborar con Mons. Robert Francis Prevost, entonces obispo de Chiclayo, como su secretario. Cuando el obispo Prevost fue nombrado Prefecto del Dicasterio para los Obispos por el papa Francisco, Rimaycuna Inga lo acompañó a Roma. El 8 de mayo de 2025, tras la elección de Prevost al Soglio di Pietro como León XIV, don Rimaycuna Inga fue confirmado como primer secretario particular del nuevo Pontífice, un gesto que evidenció la constante estima del Papa hacia su lealtad y fiabilidad. El título de Capellán de Su Santidad, aunque formal, constituye una nueva expresión de la profunda confianza que el Papa deposita en uno de sus colaboradores más cercanos.

Qué significa ser “Capellán de Su Santidad”

Para comprender con claridad este título, es necesario remitirse al motu proprio Pontificalis Domus, promulgado por san Pablo VI en 1968, que reformó de manera radical las antiguas estructuras de la Corte Pontificia, otorgándoles un papel real y no meramente ceremonial.

El documento distingue dos grandes cuerpos:
la Capilla Pontificia, vinculada a las celebraciones litúrgicas;
la Familia Pontificia, responsable de la asistencia directa al Papa en sus funciones espirituales y, dentro de los límites actuales, también en las civiles.

Dentro de esta última se encuentran los Capellanes de Su Santidad, una de las tres únicas categorías de títulos honoríficos eclesiásticos preservadas tras la reforma (junto con los Protonotarios Apostólicos y los Prelados de Honor). El motu proprio establece que los Capellanes de Su Santidad forman parte de la Familia Pontificia eclesiástica y se eligen entre quienes colaboran de forma más directa con el Papa en su ministerio cotidiano. Es, por tanto, un título que, aunque honorífico, corresponde a un servicio real y efectivo.

En la introducción del decreto, Montini explicaba el propósito de la reforma: eliminar lo que se había convertido en meramente nominal o decorativo, conservando aquello que responde a una necesidad concreta de la misión del Romano Pontífice. El Papa, señalaba, necesita “personas fieles, idóneas y capaces […] que puedan responder dignamente tanto a las exigencias del servicio litúrgico como a las del estado temporal”.
El título conferido hoy a Mons. Rimaycuna Inga debe leerse justamente dentro de este marco.

Una decisión en continuidad con el motu proprio de 1968

La concesión del título de Capellán de Su Santidad al secretario particular del Papa es plenamente coherente con la visión de san Pablo VI: la Familia Pontificia debe estar integrada por personas realmente comprometidas con el servicio cotidiano al Pontífice, y no por figuras que solo ostenten cargos formales o heredados. Rimaycuna Inga, ya implicado en el delicado trabajo de coordinación de la agenda papal, en el vínculo con la Secretaría de Estado, en las comunicaciones reservadas y en la vida privada del Papa, desempeña funciones que corresponden exactamente a lo previsto por el motu proprio. Su nombramiento no introduce prerrogativa nobiliaria alguna —abolidas desde 1968—, sino que confirma un principio esencial: la dignidad se deriva de la misión, no del título.

Un nuevo paso en el fortalecimiento de la Casa Pontificia bajo León XIV

La decisión de León XIV se inscribe en un proceso más amplio de reorganización de quienes acompañan al Papa en su misión. A diferencia de épocas pasadas, la Casa Pontificia ya no es un conjunto de cargos simbólicos, sino un organismo operativo que sostiene al Pontífice tanto en su labor espiritual como en la compleja red de relaciones eclesiales e internacionales. La designación de Mons. Edgard Iván Rimaycuna Inga como Capellán de Su Santidad representa así un reconocimiento institucional y, al mismo tiempo, un signo de la confianza personal del Papa hacia un sacerdote que lo acompaña desde hace años y participa con él del trabajo cotidiano, incluso en las dimensiones más delicadas y reservadas del ministerio petrino.

p.G.A.
Silere non possum